viernes, 29 de junio de 2012

Argumento Estético


El hombre posee la cualidad de admirar el entorno que le rodea, es capaz de admirar la hermosura de un paisaje, la composición de una pieza musical, el arte de una pintura, la magestuosidad de una cascada, etc.

El hombre a diferencia de los animales posee la grandiosa cualidad de sentir amor, gozo, alegría, ternura. Tales cosas el hombre las percibe porque es humano, totalmente diferente a los animales.

Tales apreciaciones nos hacen preguntar: ¿De dónde sacó el hombre estas inclinaciones estéticas? Si el hombre no es más que el resultado de la materia en movimiento, es realmente perturbador pensar en cómo obtuvo estas cualidades.

El argumento de la estética afirma que el hombre posee cualidades estéticas porque fue creado por alguien que posee dichas cualidades. El materialismo no nos provee de una respuesta adecuada sobre la inclinación estética del hombre. Si la materia no posee éstas cualidades no puede proveer dichas cualidades.

La materia no es estética ¿Como podría originar aquello que sí lo es? ¿No está acaso el materialista demandando un milagro mayor que el teísta? Este autor así lo cree. ¿De dónde derivó el hombre estas cualidades estéticas? La única respuesta satisfactoria sería que le fueron conferidas por aquel que tiene el poder de originar dichas cualidades y este es Dios.
(Roger E. Dickson, El Ocaso de Los Incrédulos pag.98)
Los animales, a diferencia del hombre, no pueden apreciar la belleza en la lluvia, la niebla, un verde bosque, un tímido riachuelo, el canto de las aves, etc.

Si decimos que el hombre es estético, y de hecho lo es, y que los animales (de los que supuestamente el hombre evolucionó) no son estéticos, y de hecho no lo son, entonces ¿de dónde obtuvo el hombre esta cualidad?

Si decimos que Dios no existe, entonces no hay una respuesta para el orígen de la cualidad estética en el hombre.

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