jueves, 28 de junio de 2012

Argumento: Naturaleza Religiosa del Hombre

El argumento de la naturaleza religiosa del hombre está muy relacionado con el argumento de la idea de Dios o Argumento Ontológico. Al estudio acerca del hombre; su orígen, naturaleza y destino, especialmente desde el punto de vista de su relación con Dios, es lo que conocemos como antropología. Al referirnos al Argumento de la Naturaleza Religiosa del Hombre, nos referimos, específicamente, a la história antropológica del hombre; siendo éste la única criatura con una história religiosa y es válido señalar que esta história religiosa del hombre se inicia con el inicio mismo del hombre sobre la tierra.


El Hombre; Religioso por Naturaleza

Los que han estudiado la história de las civlizaciones manifiestan unánimes que todas las civilizaciones humanas han manifestado algún tipo de religión o creencia.

Robert Flint (Baird Lecture, 1877) afirmó:
«Un examen imparcial de los hechos pertinentes, me parece a mí, muestra que la religión es virtualmente universal»

C.H. Toy escribió:
«Y hasta allí donde va nuestro actual conocimiento, la religión parece ser universal entre todos los hombres». (C.H. Toy, Introductions to the History of Religions)

C.P. Tiele opinó:
«La afirmación de que existen naciones o tribus que carecen de religión descansa bien en observaciones inexactas o en una confusión de las ideas». (C.P. Tiele, Outlines of the History of Religions)
S.H. Kellogg (uno de los antropólogos lider del pasado) afirmó:

«Se admite comunmente que la religión es un fenómeno universal, y que las excepciones, si es que existe alguna, deben ser consideradas como anormales». (The Genesis and Growth of Religion).
El hombre es un ser incurablemente religioso. Tiene que adorar algo.

«Tú (Dios) nos has hecho para ti, y nuestros no hallan reposo hasta que reposan en ti.»
(Confesiones1.1)

El hombre tiene que adorar a algo o a alguien, incluso si es él mismo. Tiene que adorar algo, ya sea abstracto o concreto, ya sea creado por sus propias manos o concebido por su propia mente. El hombre es un ser religioso, quiera el ateo admitirlo o no. No se hallado ninguna cultura o país en el mundo que no adore a algo o a alguien. Así es el carácter del hombre.

La Creencia Generalizada en un Ser Supremo

Con la naturaleza religiosa del hombre, juntamente, se halla la creencia en un Ser superior.

Todas las culturas han tenido religiones y todas ellas poseen un Ser supremo.

William Schmidt escribió:
«Este Ser supremo se encuentra entre todos los pueblos de culturas primitivas, no ciertamente en todas ellas con el mismo rigor, o en la misma forma, pero aún así en todas partes suficientemente destacado como para hacer indudable su posición dominante». ((The Origin and Growth of Religion).

 Algunos pretenden que creamos que la religión y el concepto de un sólo Dios ha sido el proceso evolutivo natural del ser humano, pero esta afirmación entra en contradicción con la evidencia existente, en vista de que primero existió el monoteismo (creencia en un sólo Dios) y luego apareció el politeismo (creencia en varios dioses), no ocurrió a la inversa, sino que al estudiar el orígen de la adoración politeista de las diferentes culturas hallamos que en sus orígenes era monoteista y que luego por medio de combinaciones surge el politeismo.

Sea donde sea que  vayamos en la história de las religiones del hombre vemos que el hombre fue primero monoteísta y no politeista. Toda la evidencia da apoyo a este hecho.

Pero, ¿ de dónde obtuvo el hombre su capacidad para la adoración? ¿Por qué es el hombre un ser religioso? ¿De dónde surge la idea de un sólo, e incluso absoluto Dios? Las respuestas a estas preguntas nos llevan a la conclusión de que existe un sólo Dios, el cual creó en el hombre estas actitudes de adoración y Él mismo se reveló al hombre en el principio. Este Ser superior es el orígen de estas actitudes.

El argumento de La Naturaleza Religiosa del Hombre es un argumento válido, en vista de que no hay otra explicación para el orígen de la naturaleza religiosa del hombre, excepto que Dios existe y que Él mismo puso  ésta naturaleza en el hombre.





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